Al final de la película “El halcón maltés” el policía, con el halcón en la mano pregunta “¿qué es? Y Humphrey Bogart le contesta: “El material con el que se forjan los sueños“; la cita es de Shakespeare (La tempestad). Esta cita no aparece en la novela, se trata de una licencia de John Huston.
Dashiell Hammett (1894-1961) publicó El halcón maltés en 1930; es una novela en la que aparece Sam Spade, un duro detective privado que, colocado en el centro de una intriga, sale airoso de una forma tan despiadada que su propia secretaria se lo reprocha. En 1929 había publicado Cosecha roja, con el detective de la Continental (un trasunto de la Agencia de detectives Pinkerton) haciendo de demiurgo destructor en una ciudad dominada por las mafias.
El otro gran representante de la novela negra, y el autor del término, es Raymond Chandler (1888-1959). Al contrario que Hammett, Chandler estructura relatos más costumbristas, tal vez menos oscuros. En El sueño eterno (1939) aparece el detective Philip Marlowe y, a través de varias novelas, culmina en El largo adiós (1953). Esta última recoge un Marlowe honrado e incluso idealista.
Cuando he leído novelas de Hammett siempre he tenido la sensación de que se me proporcionaba el ambiente y algunos datos y con ello tenía que seguir la trama, imaginando y construyendo. A su vez Chandler proporciona, siendo apasionante, un relato más convencional.
En todo caso ambos ponen en escena a individuos solitarios y desarraigados. En esa misma época se estaba forjando, tanto en la literatura como en el cine, el mito heroico del hombre de la Frontera (del Far West). Sin embargo, en contraposición a ello, Marlowe, Spade y el Agente de la Continental son antihéroes urbanos; la cara oscura del “sueño americano”.
En resumen, Hammet retrata el ambiente corrupto, en el que proliferaban las mafias, de la época de la Ley Seca (1920 a 1933) y de la Gran Depresión; sin embargo en el ambiente de Chandler ya se empieza a vislumbrar la opulencia, y cierto grado de optimismo, del imperio norteamericano. Las novelas de Hammet tienen un ambiento coral, los individuos a veces se desdibujan, incluso el agente de la Continental no tiene nombre. Marlowe, en cambio, tiene entidad propia.
Recientemente he vuelto a ver la película de Howard Hawks de 1946, El Sueño eterno, y he descubierto que en el insuperable guión participó William Faulkner; tiene diálogos dignos de los Hermanos Marx.
Sidney Greenstreet, Peter Lorre y Humphrey Bogart en El halcón maltés - John Huston- 1941 |
Grand Central Terminal-New York-John Collier-Octubre 1941-Library of Congress |
Lauren Bacall y Humphrey Bogart-El sueño eterno-Howard Hawks-1946 |
Times Square-New York-John Vachon-marzo 1943-Libray of Congress |
Washington DC-Esther Bubley-abril 1943- Library of Congress |
Humphrey Bogart y Lauren Bacall-El sueño eterno-Howard Haks-1946 |