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Bifurcaciones

“Dejo a los varios porvenires (no a todos) mi jardín de senderos que se bifurcan” (Ts’ui-Pên). Para entender qué es la Postmodernidad hay que configurar el concepto de Modernidad. La Modernidad caracteriza la civilización europea y occidental. Tiene su origen histórico en el Renacimiento, un punto de inflexión que se produce a fines del siglo XV. Las corrientes plásticas, la Reforma protestante, la visión global del mundo, crean un Gran Relato (un metarelato) de progreso. En los siglos siguientes se van generando movimientos, revoluciones políticas (la inglesa, la norteamericana y la francesa), la edad de la Razón, avances científicos (Newton, Darwin, etc.), las revoluciones industriales y cambios en las artes plásticas y en la literatura. Las guerras mundiales del siglo XX y el auge de los totalitarismos (el Estado Nacionalsocialista y la URSS de Stalin) pusieron en cuestión este paradigma. La crisis había nacido con anterioridad. Nietzsche, Einstein (relatividad), Heisenberg (el prin

Cronotopos. El andamiaje de la literatura.

Los trabajos de experimentación en el ámbito del análisis histórico resultan doblemente interesantes, por lo que cuentan y, sobre todo, por las herramientas y mecanismos que utilizan. He leído uno de estos ensayos, “El siglo soviético. Arqueología de un mundo perdido” (Karl Schlögel, Galaxia Gutenberg, 2021). Karl Schlögel es profesor de historia de Europa del Este en la Universidad Europea Viadrina de Francfort del Oder. En la presentación de su trabajo indica que se trata de un estudio sobre la Unión Soviética (URSS). Este análisis se realiza desde un punto de vista arqueológico (y antropológico); es una investigación (o recreación) sobre cómo funcionaba la vida cotidiana en ese mundo ya desaparecido.  En la introducción encontré una palabra cuyo significado no conocía, me sorprendió e intrigó: “Una de las líneas de investigación podría describirse como «Pasando revista a una era» (título de las memorias de Heinrich Mann). Otra sigue la invitación de «leer el tiempo en el espacio».

Susan Sontag. Sincretismo cultural.

Maria Irene Fornes (1930-2018), dramaturga de origen cubano, que fue amante de Susan Sontag entre 1959 y 1963, la describió muchos años más tarde: “un ratón de biblioteca, que por lo general no son muy atractivos, pero ella era muy atractiva, y la prueba de que esa mujer guapísima era un ratón de biblioteca es que Sartre, nada menos que Sartre, entraba en un café y buscaba a Susan para sentarse a su mesa. ¡Sartre!” . Lo cuenta Benjamin Moser en la biografía de Susan Sontag ( Susan Sontag. Vida y obra , 2019) que fue galardonada en 2020 con el premio Pulitzer; es una obra excelente. El trabajo de Moser fue criticado desde su publicación.  El 23 de septiembre de 2019 la revista New Yorker publicó un artículo firmado por Janet Malcolm. En dicho artículo califica la biografía como tendenciosa; dice que se presenta a Sontag como alguien abrumado por el miedo y la inseguridad. Indica que (Moser) hacia la mitad de la obra “se quita la máscara de observador neutral y se revela a sí mismo como

Paracaidistas en Little Rock

“Más de treinta años después, John Chancellor todavía podía hablar del día en que la 101 División Aerotransportada llegó a Little Rock como si hubiera sucedido ayer: los soldados entraron en la zona y establecieron su perímetro. Sus rostros estaban inmóviles y, a diferencia de los de los miembros de la Guardia Nacional, no delataban ninguna actitud política, sólo el deber. A medida que avanzaban, el sonido claro y agudo de sus botas golpeando la calle era un recordatorio de su profesionalidad. Chancellor nunca antes había pensado mucho en la Constitución; en todo caso, de alguna manera lo había dado por sentado. Pero ese día se dio cuenta de que estaba viendo la Constitución en acción. Había algo majestuoso en la escena: era un momento al mismo tiempo emocionante y, en cierto modo, también aterrador.” El día era el 24 de septiembre de 1957. David Halberstam, The Fifties (Ballantine Books, 1994). Elizabeth Eckford acosada por la turba en Little Rock Central High School. A la izquierda

Traducciones y lecturas

Tuve conciencia de la importancia de la traducción cuando comprobé que un libro de Rabindranath Tagore ( La hermana mayor , Losada 1948) había sido traducido por Zenobia Camprubí (1887-1956), la inteligente y sufrida esposa del neurasténico Juan Ramón Jiménez (1881-1958). En realidad, ambos colaboraban, Camprubí hacía una primera traducción y, después, Juan Ramón Jiménez hacía el ajuste fino, ritmo narrativo y cadencia.  Zenobia Camprubi Aymar En mi juventud consideraba que había lecturas obligatorias por su “importancia literaria” . Una de ellas fue “En busca del tiempo perdido” , de Marcel Proust (1871-1922). Tuve la suerte de leer, en los dos primeros tomos, la traducción de Pedro Salinas, casi contemporáneo del autor. Mi interés, en los volúmenes siguientes (traducidos por Consuelo Berges), fue languideciendo hasta extinguirse poco a poco antes del final. Me quedó en la memoria que la casa de Proust la identificaba con el zaguán, enorme y de cantos rodados haciendo dibujos, de un p

9 de Termidor del Año II

Este fue el comienzo del discurso que Louis de Saint-Just (1767-1794) dirigió a la Convención Nacional (Primera República Francesa) a mediodía del 9 de termidor del año II (27/07/1794): “Yo no soy de ninguna facción y lucharé contra todas. Nunca se extinguirán si no es por obra de las instituciones, que ofrecen garantías, que fijan los límites de la autoridad y que obligan al orgullo humano a someterse al yugo de la libertad pública. El curso de las cosas ha querido que esta tribuna pueda convertirse en roca Tarpeya para quien venga a deciros que los miembros del Gobierno han abandonado la senda de la sensatez…” En ese preciso instante Saint-Just fue interrumpido por los gritos del diputado Tallien diciendo: “El orador ha empezado diciendo que no pertenece a ninguna facción, y yo digo lo mismo: solo me represento a mí mismo, y a la libertad. Por eso voy a hacer que se oiga la verdad … No vemos más que división por todas partes. Ayer, un miembro del Gobierno quiso alejarse de él y pronu

Heráclito de Efeso y la lectura

“«La literatura es inagotable por la razón suficiente de que un solo libro lo es». Este libro no basta sólo con releerlo, sino que hay que reescribirlo, aunque sea como Ménard, literalmente. Así se cumple la utopía borgiana de una Literatura en transfusión perpetua -perfusión transtextual- constantemente presente a sí misma en su totalidad y como Totalidad, en la que todos los autores no son más que uno, y en la que todos los libros son un vasto Libro, un solo Libro infinito.” Gerard Genette, “Palimpsestos. La literatura en segundo grado” (Taurus, 1989).  Gerard Genette El libro tuvo su origen en 1972 y fue publicado en 1983. Genette, en plena fiebre estructuralista, apartaba al autor y analizaba como se confecciona el texto literario. Incorporaba la idea, no era nueva, de que todo texto dialoga con los textos que le han precedido. Las citas, las referencias, las ideas de todos los textos que se han escrito terminan entrelazándose entre sí. No es posible la existencia de un texto tota