Sir Arthur Wellesley (1769-1852), Duque de Wellington, nació en Irlanda, en una familia de la baja nobleza, estudió en Eton y entró en el ejército británico en 1787. Se incorporó en 1797 al ejército de la Compañía Británica de las Indias orientales (EIC). En 1798 estalló la cuarta y última guerra Anglo-Mysore; el ejército de la EIC, con su fiel aliado el Nizam de Hyderabad, derrotó a Tipu, sultán de Mysore. Wellington participó en el asedio y asalto de Seringapatam (Srirangapatna), la capital de Mysore. En 1803 empezó la tercera guerra con el imperio maratha (confederación maratha para los británicos). Wellington que ya había demostrado su valía logró una victoria sobre los marathas en Assaye. El propio Wellington, vencedor en Waterloo contra Napoleón, consideraba esta batalla de Assaye su mejor logro. Por otra parte muchos consideran su victoria en Los Arapiles (en 1812, al lado de Salamanca) su “obra maestra” . Wellington en Waterloo. Robert Alexander Hillingford Merece la pena exam
Me enteré de la existencia del Monasterio de Santa Catalina del Sinaí en 1964. En ese año estrenaron en España una película de aventuras “El valle de los reyes” (The Valley of the Kings, Robert Pirosh, MGM 1954). No estaba mal, Robert Taylor y Eleanor Parker interpretaban papeles de arqueólogos que investigaban la posible tumba egipcia de José (el bíblico hijo de Jacob). Sus pesquisas les llevaban, entre otros lugares, a Santa Catalina del Sinaí. Esto último es lo que me dejó la película en la memoria. Un monasterio ortodoxo en medio de la nada, en el desierto del Sinaí. En el centro, el Monasterio de Santa Catalina del Sinaí. Fotografía tomada desde la cima de Gebel Muneiga mirando al noroeste. Matson Photo Service. Library of Congress. La historiadora Judith Herrin en su obra Bizancio (Debate, 2007) da claves para entender los orígenes y el devenir del monasterio. Se trata de una obra muy bien estructurada, no en orden cronológico sino temático. La lectura es amena y permite un ac