Maurice Denis, en el Manifiesto Definición del Neo-Tradicionalismo ( Arte y crítica , agosto de 1890) afirmaba que un cuadro, más allá del objeto representado, “es esencialmente una superficie plana cubierta de colores” . Denis fue uno de los fundadores del movimiento “nabi”, un grupo de simbolistas que influyeron en los avatares del arte moderno. El momento en que se publica el manifiesto nabi no es casual. Desde la invención de la fotografía, la primera imagen la crea Joseph Nicéphore Niepce en 1826, la pintura había ido abandonando paulatinamente su lugar como principal mecanismo de representación de la realidad. A fines del siglo XIX los movimientos pictóricos proliferan, se produce una auténtica efervescencia plástica. Hay un pintor cuya vida y obra sirven de auténtico punto de inflexión, se trata de Paul Cézanne (1839-1906). Montagne SAint Victoire. Paul Cézanne, 1904. Museo de Arte de Filadelfia. Cezanne era un hombre atormentado, con una notoria incapacidad para relacionarse
Información y realidad, Aquiles y la tortuga.