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Mostrando entradas de diciembre, 2016

Wilhelm II en Jerusalén - 1898

En octubre de 1898 el Kaiser Guillermo II de Alemania realizó una visita de Estado al Imperio Turco. Se entrevistó con el Sultán y después se dirigió, en el yate Hohenzollern, a Jerusalén; desembarcó en Jaffa (Haifa) e inmediatamente viajó a Ramala (a 15 Km de su destino) donde se instaló. El viaje tenía como finalidad establecer lazos diplomáticos con los turcos, y la excusa de inaugurar la Iglesia luterana del Redentor. Lo que resulta interesante es un reportaje fotográfico que se confeccionó con motivo de la visita   y que dió como resultado fotografías de gran formato (sobre soporte de cristal), cuyos originales se encuentran en la Library of Congress y que nos revelan la puesta en escena de la visita. En concreto, una de ellas, en la que se ve al cortejo imperial el día de la visita a Jerusalén, es una muestra del protocolo que rodeó al evento.  Cuando se ven estas fotografías, inmediatamente viene a la cabeza la escena de Indiana Jones, en la pel

Harald Sigurdsson, Hardrada

J orge Luis Borges, en varias ocasiones y de diferente forma, cuenta la siguiente anécdota:   Para enseñanza de futuras generaciones, el historiador y polígrafo Snorri Sturluson, en su finca de Borgarfjord, escribía la última empresa del famoso rey Harald Sigurdarson, llamado el Implacable (Hardrada), que antes había militado en Bizancio, en Italia y en África. Tostig, hermano del rey sajón de Inglaterra, Harold Hijo de Godwin, codiciaba el poder y había conseguido el apoyo de Harald Sigurdarson. Con un ejército noruego desembarcaron en la costa oriental y rindieron el castillo de Jorvik (York). Al sur de Jorvik los enfrentó el ejército sajón. Declarados los hechos anteriores, el texto de Snorri prosigue: “Veinte jinetes se allegaron a las filas del invasor; los hombres, y también los caballos, estaban revestidos de hierro. Uno de los jinetes gritó: —¿Está aquí el conde Tostig? —No niego estar aquí —dijo el conde. —Si verdaderamente eres Tostig —dijo el jinete— vengo a decir

Roland Barhes vs Umberto Eco

Peter Watson en   Historia intelectual del siglo XX   (Crítica 2002) dice, al final de un capítulo dedicado a la Francia de finales de la década de 1950, que aquel momento  era "... la última ocasión en que pudo decirse que la cultura elevada dominaba una civilización de relieve." Laurent Binet, premio Goncourt, ha publicado recientemente La séptima función del lenguaje . Se trata de un libro extraño, analiza la muerte de Roland Barthes como si se hubiera tratado de un asesinato y como si la causa del crimen hubiera sido el intento de control de un conjuro para dominar a las masas. En el diccionario de la RAE la segunda acepción de conjuro es " Fórmula mágica que se dice, recita o escribe para conseguir algo que se desea." Es precisamente este artefacto lingüístico el que, según el libro, intentan conseguir todos los actores de la obra: políticos, Mitterrand y Giscard d'Estaing; filósofos, Deleuze, Foucault, el siquiatra Lacan y otros muchos.