Ir al contenido principal

Entradas

Mostrando entradas de agosto, 2020

Henri Matisse. Artes decorativas

Cuenta Margaret MacMillan en “1914. De la paz a la guerra” (Turner, 2013) que, a principios del siglo XX y según un chiste de la época, las cinco instituciones perfectas de Europa eran el estado mayor alemán, la curia católica, el parlamento británico, el ballet ruso y la ópera francesa. Una de ellas, los ballets rusos, se gesta desde la mitad del siglo XIX como la diversión representativa (y de prestigio) de las clases dirigentes rusas. Pedro I el Grande (1672-1725) había establecido la enseñanza obligatoria del baile a los hijos de la nobleza. El ballet imperial ruso fue organizado a partir de la mitad del siglo XIX. Sus mejores coreógrafos, Marius Petipa (de origen francés) e Ivan Vsevolozhsky, montaron las realizaciones más típicas de su repertorio, las grandes obras de Chaikovski y de Alexander Glazunov. Interior con jarrón etrusco. 1940. Henri Matisse Los dos teatros que utilizó el Ballet Imperial, el Bolshói (Moscú) y el Mariinski (San Petersburgo), fueron también teatros de óp

La guerra de Corea. Stalin y Mao

Hay un archivo, Wilson Center Digital Archive (en Washington DC), que ha digitalizado los telegramas cruzados entre Stalin y Mao Zedong sobre los avatares que rodean a la guerra de Corea. Resultan sumamente interesantes para comprender la naturaleza instrumental de dicho enfrentamiento y, además, para entender lo que ocurrió en el mundo comunista a raíz de este evento. Hay casi 200 documentos cuyo análisis muestra lo que estaba ocurriendo en el “otro lado” y las luchas internas entre Stalin y Mao que terminarían desembocando en la escisión entre China y la URSS a fines de la década de 1950. Corea, que había sido anexionada por Japón en 1905, fue, después de la Segunda Guerra mundial, dividida entre soviéticos y norteamericanos (paralelo 38º). Corea del Sur dependía del control estadounidense ejercido desde el Japón ocupado y gobernado por Douglas MacArthur como procónsul de USA. Kim Il-Sung, el dirigente norcoreano, aparente protagonista de la guerra, era un ferviente comunista

Corea. La guerra fría.

El New York Times publicó, el 26/09/2007, un artículo de William Grimes que resultaba ser una mezcla entre obituario y crítica literaria. Comentaba el libro de David Halberstam (1934-2007) “The Coldest Winter: America and the Korean War” (“La guerra olvidada” , Crítica, 2008). Comienza diciendo que (la guerra de Corea) fue “un conflicto militar perfectamente adaptado a la era del existencialismo, la alienación y el antihéroe. Los objetivos eran oscuros, y el enemigo sombrío.” Se trata de una crónica de la peripecia bélica. Pero sobre todo es, además, una puesta en escena de la situación política de Estados Unidos en el segundo mandato de Truman (1949-1952) y del origen de las posiciones norteamericanas durante la guerra fría. David Halberstam utiliza su capacidad de análisis, que le proporcionó el premio Pulitzer en 1964 por sus reportajes de Vietnam. Sus críticas del régimen de Ngô Dinh Diem provocaron que Kennedy intentara boicotear sus crónicas para el NYT. Korean War Veterans M