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Nathan Rothschild. "Banco de favores"

El 26 de diciembre de 1776 Washington, después de cruzar el río Delaware, derrotó a los mercenarios hessianos en Trenton. Su operativa fue impecable. Se encontraba en un momento muy difícil de la Guerra de Independencia; su solución fue atacar al socio más débil de la coalición entre ejército regular británico y los mercenarios hessianos. Los 909 hessianos prisioneros (JFC Fuller) desfilaron como tales en Filadelfia (Pennsylvania). Washington convirtió esta victoria en un evento propagandístico y en un punto de inflexión de la guerra. ¿De dónde habían salido los hessianos?. Se trataba de mercenarios, pero su patrón era el Landgrave de Hesse-Kassel, en aquel momento Friedrich II. La casa de Hesse era inmensamente rica, sobre todo gracias a la venta a terceros de los servicios militares de su ejército, eufemismo que encubría la existencia de una empresa de mercenarios. 
Rendición de los Hessianos en Trenton, ante Washington. John Trumbull (c. 1828). Yale University Art Gallery.
El hijo de Friedrich II, Wilhelm IX (desde 1803, Príncipe Elector como Wilhelm I), se alió con Prusia en las guerras napoleónicas y arrendó sus tropas a los británicos contra los franceses en Flandes. Tuvo que huir a Dinamarca en 1806, cuando Francia invadió y ocupó Hesse. Esta ocupación supuso que Wilhelm I, para proteger su fortuna, sobornara (con éxito)  al general francés Joseph Lagrange para minimizar la confiscación de sus bienes, escondiendo una parte sustancial de ellos. Además, contaba con bonos ingleses, situados en Londres, por una cuantía superior a 600.000 libras (52 millones libras actuales); se trataba del resultado financiero del arrendamiento (a los británicos) de los mercenarios hessianos en las últimas décadas del siglo XVIII. La gestión de este capital se convirtió en la clave del ascenso de Nathan Rothschild y de la creación del imperio financiero de la casa Rothschild. Cómo se llegó a ello es un asunto complejo y para comprenderlo hay que remontarse a la peripecia vital del padre de Nathan y fundador de la dinastía, Mayer Amschel Rothschild.
Amschel Mayer Rothschild
Mayer Amschel (1744-1812) se instaló, después de su aprendizaje comercial en Hannover, en la casa familiar, en el “ghetto” judío de Frankfurt. Se dedicó al comercio de monedas raras, muy en boga entre los aristócratas de su tiempo, y de antigüedades. Uno de sus clientes era el Landgrave de Hesse, Wilhelm, gran aficionado a la numismática. El gestor financiero del Landgrave era, desde 1792, Carl Friedrich Buderus. A partir de 1794 Buderus y Mayer Rothschild establecieron una especie de alianza; un híbrido entre sobornos del segundo y asociación en la administración de los negocios del Landgrave. Gracias a esto Mayer Rothschild se había convertido, hacia 1797, en el judío más rico de Frankfurt. Poco antes se había iniciado en otra actividad, la comercialización de telas inglesas, producto característico de la Primera Revolución Industrial. 
Wilhelm I de Hesse. 
Con la finalidad de obtener más ganancias, Mayer envía, en 1798, a su hijo Nathan a Manchester. Nathan se revela como un gestor tremendamente eficiente. Aprende como funciona el mercado de telas. Materia prima, el algodón americano, tintes y la producción realizada en sus domicilios por los tejedores y posteriormente ultimada en las fábricas.. Establece mecanismos de financiación de sus operaciones, pagos a proveedores y crédito a clientes. Llega a la conclusión de que si gestiona directamente la adquisición del algodón y los tintes puede controlar a los fabricantes y por lo tanto el proceso productivo. Para ello necesita capital, empieza a tener contactos con los banqueros londinenses. Establece una red de venta de telas por toda Europa. Estas redes comerciales le resultarán más tarde muy útiles. Por otra parte, sigue siendo un subordinado de su padre (Mayer) que, en 1803, se convierte en una especie de corredor de Bolsa de Wilhelm I de Hesse. 
Nathan Rothschild
Napoleón derrota a los prusianos en 1806, en las batallas de Jena y Auerstädt. Y, mediante el Decreto de Berlín, ordena el Bloqueo Continental a los productos británicos. Estos hechos son decisivos para los Rothschild por dos razones. Una, la comentada sobre los bienes del Landgrave de Hesse situados en Londres (los bonos por 600,000 libras). La gestión de estos fondos queda en manos de Buderus y de los Rothschild. La segunda es que Nathan para poder seguir comerciando con tejidos británicos tiene que convertirse en contrabandista. Con esa finalidad utiliza sus contactos para lograr colocar los tejidos a sus clientes y, lo que es más importante, cobrar en moneda del ámbito francés y lograr transformarla en divisa inglesa. 
El mismo problema de tráfico de divisas (al revés) lo tenía Wellington en España. Y en 1809 se quejaba al Tesoro británico de sus problemas por falta de efectivo. Necesitaba oro o moneda local para pagar a sus tropas y a los proveedores. El sistema para conseguirlo era muy costoso. En muchos casos se realizaba a través de banqueros malteses, de los que se obtenía moneda utilizable en España y Francia a cambio de bonos ingleses, por supuesto con comisiones sustanciosas. Ya en 1811 Wellington habla de cesar en sus operaciones por no tener capacidad financiera. Entonces se produce otro hecho clave para los Rothschild. John Charles Herries es nombrado, en octubre de 1811, Secretario del Primer Lord del Tesoro. Su principal problema, obviamente, es colocar fondos utilizables en territorio español y francés a disposición de Wellington. 
Casa Rothschild en Frankfort
Herries se convierte en “amigo” (y socio) de Nathan, instalado en Londres desde 1809. Nathan compra oro a la Compañía de las Indias Orientales (EIC) por un importe de 800.000 libras. Este oro es trasladado de contrabando al otro lado del Canal. Un hermano de Nathan, James Rothschild, instalado en París, se encargaba de cambiar el oro por billetes utilizables en el ámbito francés. Para ello James establece su propio sistema de sobornos y asociaciones con altos funcionarios franceses. En todo caso a Francia le interesaba consentir el contrabando de oro que terminaba entrando en su sistema financiero y debilitaba a Gran Bretaña. Las comisiones e intereses ligados al cambio de moneda proporcionaron inmensos beneficios a la casa Rothschild. Esta es la historia “oficial”. Seguramente Nathan ya comerciaba con divisas antes de la “asociación” con Herries. Su éxito en esta escala menor es probablemente la que hizo que el Tesoro británico le encargara operaciones cada vez más grandes. El resultado se plasmó en agradecimiento y felicitaciones del propio Wellington. En mayo de 1814 el Tesoro británico debía 1.167.000 libras (100 millones libras actuales) a Nathan Rothschild.
Las operaciones de Nathan fueron oscuras. Nunca se sabrá la verdad. Pero parece lógico inferir que los fondos del Landgrave fueron utilizados (antes de devolverlos) por Nathan Rothschild bien directamente, como inversión transitoria, bien indirectamente, como garantía, en el proceso de compra de oro a la EIC. En todo caso, la casa Rothschild se dedicó a lo largo de todo el siglo XIX a la gestión de empréstitos estatales. No fue un banco al uso. Su especialidad estaba más cercana a los modernos gestores de fondos. 
Lionel Nathan de Rothschild (1808-1879). Moritz Daniel Oppenheim (1832). National portrair Gallery, London.
La operación más famosa fue la compra de las acciones del Canal de Suez acordada en 1875 entre el Primer Ministro británico Benjamin Disraeli y el hijo de Nathan, Lionel Nathan de Rothschild (1808-1879). Este último adelantó al gobierno 4.000.000 de libras esterlinas (484 millones libras actuales), sin documentación, un “acuerdo de caballeros”, en noviembre de 1875. El Parlamento aprobó el pago en marzo de 1876. Desde luego, no es casual que la propia Hannah Arendt en “Los orígenes del totalitarismo”, en los capítulos dedicados al antisemitismo, utilice los avatares de la casa Rothschild, en el siglo XIX, para ilustrar la evolución de del sentimiento antisemita. La historia real, en muchos casos, está en la trastienda, entre bambalinas. 

The House of Rothschild: Money's Prophets 1798-1848
Niall Ferguson, 1999