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Manzanar, campo de "reubicación".

El 19 de febrero de 1942, al comienzo de la Segunda Guerra Mundial, Franklin Delano Roosevelt, 32º Presidente de los Estados Unidos, firmó la  Orden Ejecutiva 9066. En dicha orden se autorizaba al Secretario de Guerra a calificar ciertas áreas como zonas militares. Sin mentar a ninguna etnia ni origen esta orden permitió el “internamiento” (en campos de concentración) de ciudadanos norteamericanos de origen alemán, italiano o japonés. Estos últimos fueron los más afectados, más de 100.000 fueron realojados en diez campos en diferentes lugares del país. La aplicación de la orden ejecutiva de forma inmediata supuso que muchos “internados” tuvieran que liquidar sus bienes de forma precipitada y siendo víctimas de especuladores.

Entrada Manzanar War Relocation Center (California). Ansel Adams, 1943. Library of Congress.
Sin embargo, en Hawái, a petición de los propietarios agrícolas, no se aplicó el internamiento ya que, al haber muchos braceros de orígen japonés, hubiera provocado “perjuicios económicos” para dichos propietarios. Es preciso tener en cuenta que en Hawái se encontraba la base  de Pearl Harbor, sede de la capacidad naval norteamericana en el Océano Pacífico. Esto revela que, más allá de la finalidad militar, existían cuestiones de naturaleza racista. Los japoneses fueron odiados por los norteamericanos mucho más que los alemanes, los otros enemigos mortales de aquella guerra.

Vista de Manzanar Relocation Center (California). Al fondo, Sierra Nevada. Ansel Adams, 1943. Library of Congress.
Hubo 10 campos, “centros de reubicación”, en todo el país. El más famoso en California, Manzanar, al pie de Sierra Nevada en el valle Owens. Hasta 10.000 personas habitaron allí. La fama del Manzanar viene de los reportajes fotográficos que en él realizó Ansel Adams en el otoño de 1943. Ansel Adams se implicó en el asunto porque un empleado de sus padres, Harry Oye (inmigrante japonés), fue trasladado (por su mal estado de salud) de California a un alejado hospital en Missouri. Indignado por ello, contactó con el director del Manzanar, su amigo Ralph Merritt, y consiguió autorización para realizar un reportaje que mostrara lo que estaba ocurriendo. Uno de los internos, Toyo Miyatake, fotógrafo de profesión, participó activamente en el reportaje. Sorprendentemente Miyatake había tenido relación con Edward Weston, mentor del propio Ansel Adams, en la década de 1920. 

Tōyō Miyatake con su familia en Manzanar Relocacion Center. La vivienda es una cabaña con paneles de madera. Ansel Adams, 1943. Library of Congress.
El internamiento fue impugnado ante los tribunales. La Sentencia “Korematsu v. United States”, 323 US 214 (1944) ratificó la legalidad del internamiento. La razón aducida en la sentencia es que Fred Korematsu se negó a cumplir la orden de reubicarse. Sin embargo, otra sentencia (sobre las mismas cuestiones), "Ex parte Mitsuye Endo", 323 U.S. 283 (1944) dictó que el Gobierno no podía detener a los ciudadanos leales de origen japonés (“loyal evacueees of Japanese ancestry”). La paradoja de la contradicción entre ambas sentencias radicaba en que “Endo” prescribía que un ciudadano no podía ser detenido si no se probaba que era desleal y, sin embargo, “Korematsu” permitía un resquicio legal para castigar penalmente a un ciudadano por negarse a ser encarcelado en aplicación de la orden 9066 (!). Realmente, el Tribunal Supremo realizó una auténtica pirueta legal para cohonestar ambas sentencias que se dictaron el mismo día, el 18/12/1944.

El conflicto se solventó cuando Roosevelt suspendió, el 17/12/1944 (un día antes de la emisión de las sentencias), la orden 9066. Se trata de un feo e impresentable asunto en la historia norteamericana. No se rectificó hasta que el 19/02/1976 el presidente Gerald Ford anuló la orden 9066 (Proclamación 4417). Un informe encargado por el presidente Carter concluyó (diciembre 1982) que la decisión de encarcelar se basó en “prejuicios raciales, histeria bélica y un fracaso del liderazgo político”, es decir, que no había razones de naturaleza militar. Finalmente, en la presidencia de George H.W.Bush, se aprobaron fondos de reparación a los supervivientes. La impulsora de la sentencia "Endo", Mitsuye Endo Tsutsumi (1920-2006), recibió, póstumamente en 2015, la Medalla Presidencial de la Libertad y se le calificó como una auténtica heroína estadounidense.

La Sra. Yaeko Nakamura y sus dos hijas, Joyce Yuki (derecha) y Louise Tami (izquierda), en la entrada de una vivienda,. Manzanar Relocation Center. Ansel Adams, 1943. Library of Congress. 
Como curiosidad, el asunto llega hasta la sentencia "Trump v. Hawaii", 17-965, 585 U.S. (26/06/2018) sobre la prohibición de viajar a USA de ciudadanos de varias naciones expresada en la Proclamación Presidencial (una clase de directiva presidencial) 9645 (Presidente Donald Trump). El Tribunal Supremo dio la razón al Ejecutivo, si bien repudiando explícitamente la decisión del caso "Korematsu". En la sentencia hubo una disidencia de la jueza Sonia Sotomayor indicando que la decisión utiliza “la misma lógica peligrosa subyacente a Korematsu y simplemente reemplaza una decisión gravemente equivocada por otra”. En contestación a esta disidencia John Roberts (Chief Justice del TS) dijo que “Korematsu no tiene nada que ver con este caso. La reubicación forzosa de los ciudadanos estadounidenses en campos de concentración, única y explícitamente sobre la base de la raza, es objetivamente ilegal y fuera del ámbito de la autoridad presidencial.”

Los nueve jueces del Tribunal Supremo U.S.A. en 2018. Sonia Sotomayor (de pie, segunda a la izquierda) y Ruth Bader Ginsburg (sentada, segunda desde la derecha).
Las juezas Sotomayor y Ruth Bader Ginsburg (fallecida en 2020) expusieron además otra disidencia (contra la sentencia Trump v. Hawaii) con argumentos críticos por la ausencia de la  neutralidad religiosa a que se refiere la Primera Enmienda (de la Constitución USA): “Los Estados Unidos de América son una nación construida sobre la promesa de la libertad religiosa. Nuestros Fundadores honraron esa promesa fundamental al incorporar el principio de neutralidad religiosa en la Primera Enmienda. La decisión de la Corte de hoy no salvaguarda ese principio fundamental. Deja inalterada una política anunciada abierta e inequívocamente como un "cierre total y completo de los musulmanes que entran en los Estados Unidos" porque la política ahora se hace pasar por detrás de una fachada de preocupaciones de seguridad nacional.”